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Endesa - Luz, gas, personas

5 películas con las que aprendimos sobre energía

Publicado el 17 Marzo 2017

A veces el cine se adentra en los pantanosos terrenos de la ciencia. Hay de todo: desde fabulosas ideas energéticas hasta tremendas “patadas” a los principios de la física. Repasamos algunos momentos en los que el celuloide se llenó de vatios.

El séptimo arte es una fuente inagotable de imaginación. Esas historias que nos entretienen los domingos por la tarde se atreven de vez en cuando a meterse con la ciencia y, más concretamente, con la energía. De este cruce han surgido multitud de anécdotas, algunas con cierta base tecnológica y otras directamente disparatadas. Aquí van algunos ejemplos.

Matrix: humanos de batería corta

Dirigida por los hermanos Wachowski -ahora hermanas Wachowski-, es la primera parte de una trilogía de ciencia-ficción que mezcla religión, estética e informática.

En esta amalgama no podía faltar el ingrediente energético: unas máquinas tan malvadas como inteligentes han secuestrado a toda la raza humana para usarnos como si fuésemos pilas de quita y pon. En Matrix las máquinas se alimentan de lo que llamamos bioelectricidad. Es decir, un montón de seres humanos enlatados utilizados como generadores naturales de energía.

Esta teoría cojea, ya que se calcula que un cuerpo humano puede generar unos 100 o 200 vatios al día, de los cuales una buena parte son necesarios para que ese cuerpo siga vivo. Si echamos cuentas, nos sale que un ordenador de los más sencillos necesita 300 vatios al día para su funcionamiento básico. Elegirnos a nosotros como batería es sin duda un mal negocio.

Iron Man: la realidad es más útil que la ficción

Estrenada en 2008 y basada en los cómics Marvel, cuenta con Jon Favreau detrás de la cámara y Robert Downey Jr. delante. El protagonista es Tony Stark, un multimillonario sarcástico que inventa un pequeño reactor capaz de impedir que las esquirlas de metralla que tiene alojadas en el pecho le alcancen el corazón.

Este reactor consigue generar 3 GJ/s (=3.000 megavatios por segundo), lo suficiente para abastecer de energía a tres millones de hogares, pero Tony Stark decide usarlo como motor de una futurista armadura que le permite volar, lanzar rayos y otros detalles menores como salvar el mundo repetidamente. Ha nacido Iron Man.

Lo más increíble de esta historia es que el artefacto creado por Iron Man podría existir en la realidad. Científicos de todo el mundo están desarrollando diversos tipos de mini-reactores. Su objetivo no es crear un superhéroe sino solucionar problemas mucho más prácticos. Por ejemplo: mejorar la eficacia de los antibióticos y permitir operaciones quirúrgicas que hoy son imposibles.

O encontrar una fuente inagotable de energía: el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) investiga en una nueva técnica de fusión que utiliza superconductores de óxido de cobre de bario (REBCO) y podría proporcionar energía ilimitada.

Monstruos S.A: voces que iluminan

La idea de fondo es verdaderamente interesante: el sonido como fuente de energía. Los protagonistas pertenecen a Monsters Inc., una empresa dedicada a asustar a los niños para, a partir de sus gritos, obtener energía con la que abastecer la ciudad de Monstruópolis.

En la vida real, esto podría conseguirse con motores termoacústicos. Las investigaciones al respecto son aún demasiado recientes, pero ya se han patentado proyectos que generan electricidad con la misma eficacia que una célula de combustible.

El proceso es bastante complicado, pero simplificándolo podríamos decir que se basa en usar calor para producir sonidos que a su vez son utilizados para generar más calor, refrigeración o energía.

Dentro de esta iniciativa se encuentra Thatea, un proyecto europeo financiado con fondos comunitarios cuyo objetivo es evaluar distintos procesos de conversión termoacústica y liderar esta tecnología emergente.

La carrera del Sol: 1.000 km de autonomía solar

Todo el mundo conoce a Halle Berry. Pero pocos recuerdan que en 1996 protagonizó, junto al humorista James Belushi, una comedia basada en la historia real del instituto Konawaena de Hawai. Sus alumnos ganaron la categoría estudiantil de la Carrera del Sol, una competición de coches solares que cada dos años recorre Australia de norte a sur (de Darwin a Adelaida = 3.000 km).

La Carrera del Sol continúa celebrándose hoy en día y la última edición la ganó un equipo holandés que ha patentado el Stella Lux, un coche solar con autonomía de 1.000 km. Está fabricado en fibra de carbono y aluminio, con paneles solares en el techo. Cuenta con cuatro plazas, conexión a Internet y un sistema de navegación que permite al conductor seleccionar la ruta con mayor eficiencia energética.

El Santo: la fusión fría sigue siendo un bulo

La última adaptación cinematográfica de las aventuras del ladrón británico Simon Templar no entra en la categoría de lo memorable… aunque Val Kilmer seguro que se acuerda del premio Razzie al peor actor que le dieron en 1997 por esta película.

En el filme, Templar es contratado por un magnate ruso para robar la fórmula de la fusión fría, una técnica que permitiría obtener energía abundante a bajo coste, salvando a Rusia de una grave crisis energética.

¿Existe realmente la fusión fría? Por el momento no. ¿Por qué? Porque las centrales nucleares y las bombas atómicas funcionan con reacciones de fisión: núcleos de uranio o plutonio que se rompen para formar otros núcleos más pequeños.

El inconveniente de las reacciones de fusión (no confundir con fisión) es que se producen a temperaturas muy altas (a millones de grados) y aún no disponemos de la tecnología necesaria para estandarizar este proceso de manera segura. Por eso cuando los químicos Martin Fleischmann y Stanley Pons anunciaron en 1989 que habían producido reacciones de fusión fría, el mundo científico se volvió loco.

Como en El Santo, su descubrimiento abría la puerta a la energía inagotable, limpia y muy barata. Pero tras la emoción inicial, nadie fue capaz de replicar el proceso. Fleischmann y Pons desaparecieron del mapa y poco más se supo de ellos. No se sabe si quisieron engañar al mundo o, simplemente, se engañaron a sí mismos.

Bonus Track: "Revolution" y el mundo sin electricidad

Una de propina para los seriéfilos: "Revolution". Esta serie producida por J. J. Abrams (el creador de “Perdidos” y director de las nuevas entregas de “Star Wars”) nos sitúa en un futuro postapocalíptico. Esta es la frase que da inicio a la historia:

"Vivíamos en un mundo eléctrico, todo dependía de la electricidad. Y de repente... se fue. Todo dejó de funcionar y no estábamos preparados. El miedo y la confusión dieron paso al pánico. Los más afortunados escaparon de las ciudades. Cayeron los gobiernos. Las milicias tomaron el poder controlando los alimentos y acaparando las armas. Seguimos sin saber la causa del apagón, pero esperamos que aparezca alguien y nos muestre el camino".

Por suerte, el mundo real no es tan oscuro. Si eres de los que lo pasan fatal cuando se va la luz y te quedas sin wifi… déjate de ciencia-ficción y contrata el servicio de mantenimiento OK Luz de Endesa. No te montes películas, mejor dedícate a disfrutarlas.