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Endesa - Luz, gas, personas

Termos eléctricos: cómo elegir el mejor

Publicado el 30 agosto 2018

El termo eléctrico es uno de los métodos más comunes para obtener agua caliente en los hogares. Pero antes de instalar uno, deberías pensar si es conveniente para ti y qué tipo de termo necesitas.

La instalación de un termo eléctrico es rápida, sencilla y barata, lo que explica su popularidad. Pero antes de decidirte por este sistema necesitas responder a dos preguntas.

  1. ¿Es la opción que más te conviene? Aunque varía según el clima, el agua caliente supone alrededor del 25% del gasto de energía en un hogar. Por eso es importante comprobar si lo que mejor le viene a tu casa es un termo eléctrico, un calentador de gas o una caldera. En este post analizamos una por una cada opción, pero la conclusión rápida es que los termos eléctricos son la mejor opción allí donde no hay toma de gas natural y en segundas viviendas.
  2. Si el termo es tu opción, ¿qué tipo de termo elegir? Sigue leyendo para encontrar la respuesta a esta pregunta.

El agua caliente supone alrededor del 25% del gasto en energía de un hogar

¿Cómo funciona un termo eléctrico?

Pocos sistemas hay más sencillos que el del termo eléctrico. Son depósitos de agua caliente con una conexión a la red de agua y otra a la red eléctrica. Al llegar al depósito el agua entrar en contacto con una resistencia eléctrica que se ocupa de calentarla.

El termo mantiene el agua a la temperatura que se le indique y solo encuentra dificultades cuando todo el agua del depósito se ha agotado. Dos datos prácticos para convivir con un termo eléctrico y ducharse sin miedo:

  • En una ducha “normal” gastas alrededor de 30 litros de agua. Compara esta cifra con la capacidad en litros de tu termo para hacerte una idea de cuántas duchas seguidas pueden hacerse sin problemas.
  • Cuando se agota el agua, el termo tiene que volver a llenarse y a calentar todos los litros. Este proceso tarda más o menos según el modelo, pero suele variar entre una y tres horas.

Cómo elegir la capacidad de un termo eléctrico

El termo eléctrico tiene muchas ventajas (instalación rápida y barata, caben en cualquier sitio, apenas necesitan mantenimiento) pero una gran limitación: cuando se acaba el agua caliente, toca esperar.

Por eso es fundamental elegir bien la capacidad de tu termo. A los 30 litros de una ducha hay que sumar unos 10 litros al día por usar los lavabos.

  • Si vives solo, un termo de 30 litros puede ser suficiente (aunque con uno de 50 estarás más tranquilo).
  • Para dos habitantes es recomendable elegir un termo de 50 u 80 litros.
  • Tres o cuatro habitantes necesitarán un termo de 100 litros o superior.
  • Con más de cuatro habitantes habrá que optar por un termo de 200 o 300 litros: en este caso las dimensiones del termo anulan la ventaja de caber en cualquier sitio, ya que hablamos de termos de prácticamente dos metros de longitud.  

En una ducha sueles gastar unos 30 litros de agua. Usa este dato para calcular cuánta capacidad necesita tu termo eléctrico

Cómo elegir la potencia de un termo eléctrico

Otro dato crucial al elegir termo es su potencia máxima. A más potencia, más rápido se calentará el agua y menos tendrás que esperar cuando el depósito se agote.

Con lo cual, el consejo sería elegir primero la capacidad que necesitas y, después, el modelo más potente que encuentres para esa capacidad. Pero este consejo tiene un límite, ya que si tu potencia eléctrica contratada es baja, un termo muy potente podría hacer “saltar los plomos”.

La potencia de los termos va desde los 1.000 W (=1kW) hasta los 2.500 W (=2,5kW). Esto no quiere decir que si tienes una potencia contratada de 3,5 kW sea conveniente instalar un termo de 2.500 W. Si lo haces, el termo no podrá funcionar al mismo tiempo que la lavadora o el lavavajillas. Para evitar estas incomodidades, probablemente tengas que contratar más potencia eléctrica.

En este contenido te explicamos la potencia eléctrica que necesita tu casa.

Cómo elegir la resistencia de un termo eléctrico

La resistencia eléctrica del termo es una de las piezas más relevantes, ya que se encarga de transmitir calor al agua. El problema es que la cal se adhiere a la resistencia, que va siendo menos eficaz con el paso del tiempo.

Por eso hay que elegir uno u otro tipo de resistencia según la dureza del agua. En España predominan las aguas con niveles medios o altos de dureza (siendo muy altos en la zona de Barcelona-Tarragona-Castellón). Sin embargo, numerosos territorios tienen aguas blandas: Madrid, Galicia, Asturias, Toledo, Cáceres, Ávila, Salamanca, Valladolid, Zamora y León. 

En función de esto, tendrás que elegir entre:

  1. Resistencia blindada: calienta el agua muy rápido, pero es vulnerable a la cal. Solo aconsejable en aguas blandas.  
  2. Resistencia cerámica envainada: tarda más en calentar el agua, pero no entra en contacto directo con el agua. Muy recomendable en aguas con nivel medio, alto o muy alto de dureza.

4 trucos para ahorrar energía con un termo eléctrico

Además de sus límites de capacidad, la gran desventaja del termo es su alto consumo de electricidad. De hecho, en climas muy fríos difícilmente será la opción más rentable, ya que calentará el agua pero a costa de engordar mucho la factura de la luz.

Tu termo va a consumir electricidad para funcionar, pero hay maneras de controlar el gasto:

  1. Modelos con materiales aislantes: muy recomendables, reducen un 40% el consumo eléctrico al dificultar el enfriamiento del agua almacenada.
  2. Modelos con máxima eficiencia energética: en este contenido te explicamos todo lo que debes saber sobre la etiqueta energética de los electrodomésticos.
  3. Modelos programables: se activan solo cuando necesitas agua caliente, permaneciendo apagada la resistencia el resto del día. Permiten ahorrar hasta un 20%, pero si hay imprevistos (por ejemplo: ducha rápida que no habías programado) el agua estará fría. 
  4. Tarifa eléctrica a tu medida: es probable que el grueso de tu consumo de agua caliente se concentre en unas pocas horas (duchas, baños, lavadoras y lavar los platos, fundamentalmente). Si es así, necesitas una tarifa que te permita elegir las horas en las que no pagas nada por la luz. Esta tarifa existe: Tarifa Tempo Happy de Endesa.

Si tu agua caliente depende de un termo eléctrico, necesitas una tarifa que te ofrezca algunas horas de luz gratis