Según el
IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía), las
cocinas más eficientes son las que funcionan a gas, seguidas de las cocinas por inducción, las vitrocerámicas y las de resistencia eléctrica, que son las que más energía consumen.
Quizás por eso (y porque para muchos la comida sabe mejor), sean las cocinas más utilizadas en España: el 30,83% de los hogares españoles tienen cocina de gas, según el informe sobre Consumos del Sector Residencial en España del IDEA realizado en 2011. Según este mismo organismo, la
cocina en un hogar supone el 7,4% del gasto en energía y representa el 9,3% del consumo eléctrico.
Emisiones de CO2
Otro aspecto a tener en cuenta es la
cantidad de CO2 emitida. Ante esto, el gas no tiene competencia. Este tipo de cocinas son las más respetuosas con el medio ambiente. Según el IDAE, es mucho más eficiente producir calor con gas que con electricidad. De acuerdo con los datos que dispone, en una cocina de gas natural tan sólo se emiten unos
200 gramos de CO2 por cada kWh, frente a los 450 gramos que produce la vitrocerámica y los 360 gramos de las placas de inducción.
Recuerda que para reducir el consumo y las emisiones en una cocina de gas es fundamental mantener limpios los quemadores y eliminar todos los residuos. También debes comprobar que el color de la llama sea el adecuado: si es azul está todo perfecto, en cambio si es amarillo, algo va mal en la combustión.
Así pues, el fogón de toda la vida quizá no sea el más limpio, ni el más bonito, pero permite cocinar de forma rápida y eficiente, y de cara al ahorro es, sin duda, la mejor opción. Además, con la tarifa
One Gas de Endesa puedes beneficiarte de descuentos (concretamente un 9%), para que el ahorro sea completo.