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El uso de un vehículo eléctrico supone un importante ahorro para el bolsillo del consumidor. Su principal ventaja económica proviene del tipo de energía que utiliza: la electricidad. Es mucho más barato recargar un coche eléctrico que llenar con gasolina el depósito de un coche de combustión interna. Por tanto, el gasto inicial que supone la compra de un coche eléctrico se amortiza en varios años gracias al ahorro en combustible, sobre todo si tenemos en cuenta las constantes subidas del precio de los hidrocarburos que se están produciendo a corto y medio plazo.
Los datos del coche eléctrico juegan a favor de este vehículo limpio y sostenible. Si comparamos cifras, con un consumo eléctrico medio de 15 kWh/100km, recargando a precio de tarifa TUR de 0,142319 €/KWh, el coste de recargar un vehículo eléctrico sería de 2,1€/100km aproximadamente. Y, aplicando la tarifa nocturna actual, el coste se transforma en 1€ (te recomendamos consultar la calculadora del coche eléctrico). Por su parte, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), un utilitario de gasolina que consuma 6 litros/100km tiene un coste de unos 7€/100km (precio medio de la gasolina en España del año 2010 según estadísticas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio).
Aparte del ahorro de combustible, los coches eléctricos tienen un importante ahorro en mantenimiento, al no tener aceites ni otros lubricantes, menos filtros, un escaso desgaste de frenos y ausencia de transmisiones mecánicas, entre otras cosas. Además, la eficiencia energética del vehículo eléctrico es casi el doble que el de combustión interna. Según datos de la Comisión Europea, un coche eléctrico tiene una eficiencia del 60% frente al 20% de los motores convencionales.
Por último, no debemos olvidar las importantes ventajas que tienen los coches eléctricos para el medio ambiente, que también se traducen en beneficios económicos, sobre todo para la sociedad. La más importante: el tubo de escape de estos vehículos no emiten dióxido de carbono (CO2), contribuyendo a reducir el efecto invernadero y la contaminación atmosférica que ocasionan las emisiones de los coches convencionales. Además, sus motores son totalmente silenciosos y no sufren vibraciones, lo que ayuda a reducir la contaminación acústica.
Endesa ha establecido la política de desarrollo del vehículo eléctrico como uno de las vías principales para la lucha contra el cambio climático.
Por ello, está desarrollando una intensa actividad que se materializa en acuerdos con fabricantes de automóviles y entidades públicas, así como la participación en proyectos de demostración y de I+D+I de estandarización.
Ya tienes algunas razones para hacerte con un vehículo eléctrico. ¿Te animas?
Conoce más sobre el vehículo eléctrico.
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