Temperatura ideal para tu casa: diurna, nocturna y por si hay bebés
Qué temperatura poner de día (21ºC), de noche (18ºC) o si hay bebés en casa (los pediatras recomiendan 22-24ºC por el día y 18-20ºC por la noche).
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Te proponemos un juego con premio: descubrir cómo estás consumiendo electricidad para así entender qué perfil se parece más al tuyo. ¿Eres un mañanero o un workaholic? ¿Un hogareño o un ave nocturna? Tus hábitos te delatan.
Tu consumo tiene más o menos esta pinta y se distribuye en dos grandes bloques (amanecer y atardecer):
Ni siquiera necesitas que suene la alarma. No tienes apego a la cama y te levantas con los primeros rayos, como Bob Esponja.
Tu consumo es prácticamente mínimo desde la medianoche hasta eso de las siete de la mañana, cuando pones la tele, haces el desayuno y tu energía toca cima, donde se mantiene hasta que sales de casa.
Tus días están llenos de actividades y no vuelves hasta en torno a las seis de la tarde, cuando haces un uso moderado-bajo de tu tarifa eléctrica hasta que te dejas caer temprano en los brazos de Morfeo.
Tu consumo se reparte entre estar trabajando o no estar trabajando, esa es la cuestión:
Tu trabajo te absorbe tanto como a Dwight Schrute en "The Office". Te levantas y en una hora escasa te duchas y metes algo en el estómago. Durante el resto del día, los electrodomésticos se quedan solos (aunque siguen consumiendo, sobre todo la nevera).
Tras un intenso día de curro, a eso de las nueve regresas. A una orden tuya, la luz y el aire acondicionado vuelven a la vida. Y con ellos tu consumo eléctrico, que vuela alto hasta que te acuestas. Mañana hay que levantarse temprano otra vez.
Tu consumo va oscilando a lo largo del día, sin grandes sobresaltos:
Te encanta estar en casa, como a los protagonistas de "Friends". Eres de esos cuyo plan perfecto consiste en lluvia, manta, palomitas y película. ¿Para qué salir si en casa tienes todo lo que necesitas?
Tu consumo se despierta contigo. Una vez en pie es cuando más activo te encuentras, realizando todo tipo de tareas, desde poner la lavadora hasta pasar la aspiradora.
Tu pico se mantiene muy estable, ya que la televisión y el ordenador te hacen compañía con su cálida luz. A ello se une el móvil, la tablet, los gadgets… Y todo esto sin contar el aire acondicionado o la calefacción, según la estación del año.
Tu consumo sube cuando baja el sol:
Siempre has pensado que eres medio vampiro, como Eric de "True Blood". Ahora entiendes por qué nunca te ha gustado el ajo, reconócelo.
Te pasas el día con sueño, esperando el momento de irte a dormir, pero cuando por fin llega siempre tienes algo mejor que hacer.
La noche es tu hábitat natural. Tu mayor consumo se centra entre la medianoche y las tres de la madrugada cuando es necesario tener todas las luces encendidas, la tele, el ordenador, el horno para hacer esa cena tardía…
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